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El Glaucoma es una enfermedad en la que un aumento de la presión intraocular (PIO) daña el nervio óptico y finalmente conduce a la ceguera del ojo afectado. Es la segunda causa de ceguera evitable en el mundo por lo que es fundamental un diagnóstico precoz para minimizar los daños al nervio óptico y por ello se debe tomar la medida de la PIO de modo habitual en los exámenes optométricos/oftalmológicos, sobre todo a partir de los 40 años. 

Nosotros incluimos la toma de la PIO de manera sistemática en todos nuestros exámenes optométricos.

 
La mitad de los pacientes con glaucoma no saben que tienen esta enfermedad, porque en la mayoría de los casos no produce síntomas y el enfermo no es consciente que la padece hasta que ha perdido la mayor parte del campo visual. Para un correcto diagnóstico de la enfermedad no sólo se ha de evaluar la PIO sino también un exámen pormenorizado del campo visual (campimetría) y un análisis del estado de la papila óptica (oftalmoscopía y/o retinografía). En Óptica Benjamin tambien realizamos estas pruebas en nuestros exámenes visuales.

Cuando hay sospechas de Glaucoma, o bien los signos o antecedentes familiares dan lugar a sospechas, remitimos al médico oftalmólogo para que diagnostique la enfermedad y le ponga el tratamiento que estime oportuno, normalmente medicamentoso aunque en ocasiones se recurre a la cirugía.

De todos modos no hay que descartar nunca un posible glaucoma por una PIO normal ya que existen variantes de baja tensión en los que sólo la exploración del fondo ocular y el campo visual harán posible la detección precoz.